Son muchas las cosas que se pueden ver, hacer y sobre todo comer en una ciudad tan grande y Cosmopolitan como Milano, pero este espacio no me permitirá hablar de todo, así que tengamos mejor un “quickie” por Milano.
Milano, es la capital de la moda, cosa que te das cuenta, al llegar. Los milaneses se lo toman en serio, siempre vestidos a temporada, sobre todo las mujeres que contrario al resto de Italia, están mejor arregladas que los hombres.
Caminarás por sus calles, pensando que más de una de ellas es modelo, quien sabe, y a lo mejor lo es.
Milán, es después de Roma, la ciudad más grande de Italia, con más de 3 millones de habitantes y unos 2 millones que la visitan anualmente, pareciera que todos ellos, estuvieran en el mismo lugar que tú, en todo momento. Muy congestionada, pero igual muy rica para caminar y, sobre todo para comer.
Llena de monumentos históricos que se cruzan en el camino, al igual que los cafés así que lo primero que siempre hago al llegar, es tomarme con calma, un buen café, o dos o, porque no tres. Es realmente un arte lo que hacen con él.
No recordaba que Milano tuviera tantas, pero tantas riquísimas y bellísimas pastelerías aunque si me recordaba de sus heladerías. No sabrán en cual comer, pero no importa, prueben todas que por igual son estupendas. Cerrar el día con un buen helado, un tiramisú o, cannoli es como el postre al final de la cena en un gran restaurante.
Hay cosas que en Milán no se pueden pelar, el Duomo claro y la Galeria Vittorio Emanuelle II claro, y los Panzerotti de Luini. Que cosa más loca, mi segunda parada al llegar a Milano sin falta. Aunque es típico del sur de Italia, Milán los ha adoptado como suyo. Un pastelito de masa de pizza “frito” con diferentes rellenos. Mis favoritos, los de Mozzarella y Pomodoro que no me han permitido probar los demás. Por cierto, en todo el frente, está “Cioccolat” una heladería que además de riquísima en sabor lo es en presentación.
Mi risotto favorito es el Milanés (con azafrán) así que al estar en Milán, no lo podemos dejar de disfrutar. Por lo general lo sirven acompañado con un buen ossobuco, no en salsa de tomate, para que no pelee con el protagonista. Acompañado de una buena botella de vino, es una experiencia para tomar con calma y disfrutar al mejor estilo italiano. La Cotoletta ( Milanesa de ternera) junto a los risotto, posiblemente sean los platos más emblemáticos de su cocina.
Otra cosa que encontrarán en variedades asombrosas, son los Panetones, típicos de esta región, así que es el momento de aprovechar.
Dependiendo de la temporada, si es de frío, les recomiendo comerse unas ricas y calientes castañas asadas que encontrarán por lo general, en las áreas turísticas como el La Plaza del Duomo.
La Terrazza Aperol con vista al Duomo es el lugar perfecto para un buen trago acompañado de gente joven y bonita (más rico si el tiempo se los permiten y se sientan afuera donde casi pueden tocar el Duomo) y, Baxter Bar, unas cuadras más abajo, el sitio perfecto para un trago íntimo atendido de maravilla.
Un paseo por el área de Navigli al atardecer y cenar en unos de sus muchos restaurantes, es otro plan maravilloso.
Recuerden, en Italia las cosas se toman con particular calma, así que disfruten, sin apuro para que se hagan pasar por italianos.
RECOMENDACIÓN: en Europa, el teme del hotel es algo delicado. No es el confort americano al que estamos acostumbrados aunque hay una cadena de hoteles europeos como la “NH” que a muy buen precio y ubicación te brindan ese confort en un ambiente Muy contemporáneo.
Pendiente con los restaurantes o café con espacios abiertos en las vías, cobran un “Fee” de hasta tres veces, por estar sentados ahí. Pregunten antes de sentarse.
TIP DE LA SEMANA: al viajar rápido, lo principal es organizarte. Si quieres aprovechar el viaje, debes estar preparado para lo que vas hacer. Revisa las guías, haz tus reservas con tiempo y, viaja todos los días por Google Map para que al llegar ya estés ubicado.
Un Quickie por Milano…
Recuerden, vivan la experiencia en positivo y disfruten los resultados!
Manuel Guzman-Lopez